jueves, 31 de agosto de 2017

Hilda Lizarazu recupera su lugar en la historia

Es la mañana luminosa de un domingo de noviembre en Palermo y el chofer de una combi alquilada espera fumando en la vereda a que se abra la puerta del PH frente al que estacionó. Hace unas horas un colega le pidió que lo reemplace, así que no sabe bien quién es su cliente. Recién avisó con un breve llamado que allí estaba esperando listo para empezar la carga y el viaje. La puerta se abre y sale Lito Vitale, vestido con bermudas, remera negra y zapatillas de lona, cargando con las dos manos un bulto pesado. Lito está para ayudar, porque la que viaja es su novia, Hilda Lizarazu. Leer completo aqui

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